Jue. Abr 18th, 2024

Grandes figuras del deporte quedan sepultadas en los recovecos de la historia. Algunas veces, por pertenecer a disciplinas minoritarias. Otras, por haber conocido el esplendor en tiempos en los que era más difícil tener repercusión. Una de ellas es Ángela Lario (Madrid, 1955), uno de los curriculums más brillantes del hockey español.

Como jugadora, Lario formó parte del Atlético de Madrid que dominó el Campeonato de España de sala en los 70 y ganó tres títulos. Fue una pionera en tiempos en los que una mujer haciendo deporte era algo cuento menos extraño en este país. En contra de lo esperable, “nunca” le pusieron “barreras” por el hecho de “ser mujer”, asegura a AS. Es más, cree que el hockey antes era “más abierto”.

Y es que ella lo fue todo. Tras colgar los sticks se dedicó a entrenar al Atlético y al SPV 51, con los que ganó varios títulos. En el equipo rojiblanco se enfrentó a la desaparición de todas las secciones decretada por Jesús Gil en 1992. “Fue muy duro. Nos íbamos a jugar la Copa de Europa y me llamó a su despacho para decirme que lo quitaban todo. Le pedí que nos dejara terminar la temporada, porque además ese año eran los Juegos de Barcelona. Y nos dejó. Después de eso desaparecimos”.

En esos años Ángela ya desarrollaba también una brillante carrera como árbitra, que le llevaría a tres Juegos (Moscú 80, Atlanta 96 y Sídney 2000) y a pitar partidos masculinos con toda naturalidad. En esto desmonta otro cliché. Considera que en sus tiempos estaba más asumido que una mujer arbitrara a los del género opuesto. Ahora ve a la Federación Internacional “con más reservas en ese tema.

De aquellos añosrecuerda anécdotas bonitas, como cuando en Atlanta hicieron dar “la vuelta al campo” al equipo arbitral del que formaba parte para ovacionarles. Se retiró con “200 partidos internacionales” entre Europeos, Mundiales, etc, y con una distinción de la Real Orden del Mérito Deportivo (amén de un sinfín de reconocimientos más). Confiesa que el hockey le ha dado “todo”: “una profesión, amistades, una forma de vida…”.

Ahora, a sus 65 años, ejerce como secretaria general de la Federación Madrileña y Presidenta del Comité de Árbitros, formando a las mujeres que deben continuar con su inmenso legado. Afirma que hay cantera, pero ve difícil en el corto plazo que España vuelve a tener una árbitra internacional. Más complicado aún será encontrar una que alcance las mismas cotas que ella. Al menos el camino ya lo dejó marcado. 

por fmhockey